¡¡¡ EN POCOS MESES BAHIA BLANCA SE QUEDARA SIN AGUA !!!

La UNESCO, al igual que otros organismos internacionales, ha declarado que “el agua potable y el agua dulce es un recurso universal que debe ser respetado y gozar de la consideración de derecho humano. Así, pues, todo el mundo debe tener acceso a ella, y los derechos humanos deben tener siempre la preferencia sobre la economía”.

No lo entienden así las grandes empresas multinacionales y los gobiernos que las sirven diligentemente. En el año 1997, la empresa Profertil, rechazada en numerosos lugares del mundo por su potencial contaminante y conocedora de los problemas de abastecimiento de agua de nuestra ciudad, “aceptó” instalarse en el puerto de Bahía Blanca cuando el entonces gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, le garantizó mediante la firma de un convenio la provisión de todo el líquido elemento que necesitara, estableciendo duras sanciones para la Provincia si no garantizaba un adecuado suministro para esa y las demás empresas del Polo Petroquímico. Desde ese momento y hasta 2007, la prioridad era para la población; a partir del 2007, esa prioridad pasaba a las empresas del Polo; el Estado debía buscar nuevas fuentes de abastecimiento, pero en los 12 años que han pasado no se hizo absolutamente nada, pese a que hace varios años que se viene advirtiendo sobre la necesidad de crear fuentes alternativas de aprovisionamiento.

Tampoco la administración de Jaime Linares, intendente hasta Mayo de 2003, hizo algo ni dijo una palabra para defender la prioridad de la población de “su” ciudad en el abastecimiento ni ante la falta de obras de fondo para solucionar el problema por parte de la Provincia.

Entre los paliativos a que ahora se recurre apresuradamente se señaló la posibilidad de tomar agua del arroyo Napostá para destinarla a la industria. Profertil no estuvo de acuerdo porque adujo que su agua es “mala”, y ahora, en declaraciones para LU2 del vocero de Profertil, ratificadas por el titular de ABSA Guillermo Scarcella, se anuncia que van a instalar una planta potabilizadora a orillas del Napostá, agua que se destinaría a la población (pero cómo, ¿esa agua es mala para la industria y buena para la población? Y Profertil, ¿de dónde va a sacar el agua?, ¿harán valer su prioridad en el Convenio?

Cabe señalar que, en ese mismo Convenio, se establece un sistema de tarifas que va contra toda justicia y lógica y de lo que se practica en la mayor parte del mundo: las tarifas para las empresas del Polo van decreciendo a medida que crece el consumo de agua, mientras que para la población es al revés, a mayor consumo mayor precio.

Un problema muy viejo que no es producto de la sequía actual.

Esto no empieza ahora, de golpe, por culpa de la sequía. Por supuesto que ésta ayuda a que se agudice la escasez de agua en el dique. Pero el error original, es haber realizado una obra de provisión de agua, como Paso Piedras, que depende de la lluvia en un lugar con reiterados problemas de sequía, en lugar de haberlo hecho, por ejemplo, desde los grandes ríos que nacen en la Cordillera, como el Colorado, o con un acueducto desde el Río Negro, de mucho mayor caudal y no comprometido en su calidad como el Colorado por las exploraciones y explotaciones petrolíferas y por la salinidad que puede contraer a partir de la extracción de cloruro de potasio en Malargüe, Pcia. de Mendoza, dentro del proyecto que se ha dado en llamar Potasio Río Colorado, que va formando una enorme montaña de sal residual en tierras que están a cinco kilómetros de ese Río, con un continúo drenaje hacia el mismo. Justamente el titular de ABSA Scarcella indica que la toma de agua del Colorado es la gran solución para la Bahía Blanca del 2040. Es decir, una obra sin fecha cierta en un río con poca agua afectada por la salinidad y las explotaciones petrolíferas.

La población movilizada en las calles de la ciudad es el único camino que nos queda

Desde las esferas oficiales, muy poco. Y tarde. Hace pocos días se despacharon con que tenemos agua para unos pocos meses más, si no diluvia antes. Esperemos que hagan cumplir una próxima prohibición a usar agua de red para llenar piletas y regar, sobre todo los extensos espacios de césped de los barrios parque.

Las reuniones de la Mesa del Agua (otro de los organismos que crean ante cada grave problema que afecta e inquieta a la población y no concretan nada) sólo resuelven volver a reunirse para ver qué se puede hacer. Lo único concreto que se ha hecho es la perforación de seis pozos en un campo del Bajo San José, y en el otro campo, del Sr. Pascualini, donde se perforarían otros nueve pozos; se firmó un convenio el 23de junio (que vence el 23 de setiembre) entre el propietario del campo y ABSA para realizar los estudios correspondientes; hasta hace pocos días ABSA ni había entrado al campo -mientras el Intendente Breitenstein afirmaba por LU2 que ya estaban por comenzar a funcionar- hasta que, después de un extenso artículo de La Nueva Provincia con esos datos, se apuraron en decir que ya comenzarían las tareas; ahora Scarcella dice que esos primeros seis pozos estarían listos para Octubre y los otros nueve para Diciembre (¿Breintenstein está muy mal informado o directamente mintió?) Estos pozos serán sólo un complemento para las obras de fondo que en décadas no se hicieron, pero ante la gravedad del problema ni siquiera se apuran para hacerlos mientras se inicien obras de fondo que, por supuesto, no tienen proyectadas.

El funcionario, haciendo gala de un gran caradurismo (tal como nuestras autoridades comunales y el gobernador Scioli) dijo que se están realizando todas las obras posibles, que él no está para hacer “revisionismo histórico” para contestar si la obra sobre el Napostá y las perforaciones no llegan tarde, y pidiendo a los vecinos que tomen conciencia del problema y advirtiéndoles que si es necesario se harán las restricciones para preservar las fuentes, evaluando en ese momento cuáles y para quiénes serán. Los vecinos han sido los primeros que llamaron a la responsabilidad de las autoridades, tanto políticas como de ABSA, denunciando durante años las enormes pérdidas de agua por la vejez de la red, su falta por la incontrolada construcción de los edificios de tres pisos en distintos barrios y pidiendo obras para fuentes alternativas.

Tenemos que obligarlos a que aparezca la plata y concreten las obras

Soluciones hay. Desde la construcción de un acueducto Río Negro - Bahía Blanca y zona -250 kms.-, que consideramos la solución más sustentable, hasta las plantas de desalinización -sacarle la sal al agua de mar-. Parece una fantasía, pero se hace en el mundo -por ejemplo Israel, que es casi un desierto pero tiene recursos, se abastece en un 90% sacándole la sal al agua de mar- y también en Argentina, en Puerto Pirámide (Chubut), hay una planta de desalinización del agua de mar desde hace 25 años, y sus habitantes y los 360.000 turistas que visitan anualmente la Península de Valdés la beben. “Desalinizar un metro cúbico de agua -mil litros- cuesta entre 0,55 y 0,65 centavos de dólar. Una familia tipo consume esa cantidad por día en promedio. Quiere decir que si la vida doméstica estuviera regada por agua marina desalinizada la cuenta daría unos 18 dólares al mes -unos 70 pesos”, dice Juan Accatino, ministro de producción rionegrino, que junto con el superintendente de aguas de Río Negro han encarado el fomento de emprendimientos de ese tipo en la provincia.
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Repetimos: soluciones hay. Pero las de fondo no son los pozos y ni siquiera el agua del Napostá, que aportarán un porcentaje muy inferior al 40% que consume la industria. Tampoco nos parece que la más adecuada para el largo plazo sea la del Río Colorado, que ni se sabe para cuando será.
Los sindicatos, en especial el de la Industria Petroquímica, tienen que ponerse a la cabeza de la organización y la movilización de la población. La CGT y la CTA no pueden mirar para otro lado. La Universidad del Sur, empezando por la definición de su Rector, así como los gremios docentes -SUTEBA, ADUNS , etc-, los Centros de Estudiantes, las organizaciones barriales y todos los partidos políticos que se reclaman populares, tienen la responsabilidad de convocar a la organización de toda la población sin más dilatorias. A la Mesa del Agua que nos depara simulacros y falsas promesas debemos responderle con una Asamblea Popular por el Agua.
Ya estamos en Septiembre; el gobierno provincial que alega no tener plata sólo pondrá para los pozos, el Polo hará lo mismo para la planta del Napostá a cuenta de sus facturas de agua, es decir, sólo para las obras coyunturales, complementarias, paliativas, nada de fondo.
No queda otra alternativa que la MOVILIZACION, organizada por una ASAMBLEA POPULAR POR EL AGUA, que inunde las calles resecas de Bahía Blanca, Punta Alta y otras localidades hasta que aparezcan las obras que garanticen un abastecimiento duradero de agua limpia y pura para toda la población.-