Cumbre de UNASUR

Mucho ruido para esconder una capitulación vergonzosa

Con bombos y platillos, durante un par de semanas se publicitó la reunión, en nuestro país, de la reunión extraordinaria de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR). El motivo de la misma: debatir el acuerdo del presidente de Colombia, Álvaro Uribe, con el gobierno de los EEUU para establecer 7 bases militares yanquis en territorio colombiano.

El día 28 de agosto, en Bariloche, en las lujosas instalaciones del hotel Llao Llao, se dieron cita 12 presidentes del continente y más de 300 periodistas de todo el mundo (no conocemos pero cualquiera puede imaginar los siderales costos del evento). La presidente Cristina Fernández de Kirchner ofició de anfitriona del encuentro. Los presidentes Chávez (Venezuela); Morales (Bolivia), Correa (Ecuador), hablaron horas y horas, durante varias semanas previas a la reunión, sobre su oposición tajante a la instalación de las bases militares del imperialismo yanqui en Colombia. Se sacaron chispas en la retórica verbal “antiimperialista”. Durante la “cumbre”, los discursos siguieron la misma tónica. CFK y los voceros más cercanos al gobierno no se quedaron atrás a la hora de los discursos contra “lo inaceptable” de las bases militares en Colombia.

Después de los fuegos de artificio llegó la declaración final, escrita y firmada por TODOS los presidentes asistentes a tan inútil evento. En dicho texto no hay ni una frase que exprese la condena a la instalación de las bases militares de los EEUU en territorio Colombiano.