PAREMOS EL SAQUEO MINERO

Nos dejan la tierra y el agua contaminadas con cianuro
Pascua Lama es un proyecto binacional que pretende realizar la compañía transnacional minera Barrick Gold, en la alta cordillera de Chile y Argentina.

En Chile, la zona comprometida corresponde a la Tercera Región (Región de Atacama) y en Argentina a la provincia de San Juan. Con una inversión inicial de 1.450 millones de dólares, busca extraer el oro que se encuentra bajo glaciares milenarios, reservas acuíferas en el desierto más seco del mundo.
Para poder desarrollar un proyecto en esta zona, era necesario contar con una ley que otorgara facultades especiales a las empresas, por sobre las legislaciones nacionales. Para ello, la empresa redactó un texto legal, que fue aprobado en 1997 por Carlos Menem (presidente de Argentina) y Eduardo Frei (presidente de Chile).
La importancia estratégica que posee Pascua Lama en cuanto al Tratado Minero, es que de realizarse el proyecto, se instalaría una jurisprudencia, antecedente, que faculta a cualquier transnacional para que se apropie de toda la franja limítrofe cordillerana entre Chile y Argentina, de manera que la soberanía, el control de los recursos hídricos (la cordillera es la madre de nuestras aguas) y los recursos minerales que en Argentina no eran explotados por la dificultad de transporte, quedan a merced de la voluntad depredadora de las transnacionales: se crearán imperios económicos intocables en espacios que nuestros pueblos por siglos cuidaron y respetaron.
En el 2006 la Barrick solicitó a los gobiernos de Argentina y Chile “permiso” para ampliar la zona de explotación. Del lado chileno el “ok” ya esta dado; del lado argentino, Cristina vetó la ley de glaciares y solo falta el visto bueno de la justicia para que el saqueo comience.
Si destruyen los glaciares, no solamente destruirán el 75% de reserva de agua dulce sino que contaminarán permanentemente los 2 ríos de tal forma que nunca volverán a ser aptos para consumo humano o de animales debido al uso de cianuro y ácido sulfúrico en el proceso de extracción.
La masacre que el imperialismo trae a los países pobres no será frenada ni evitada por los gobiernos entreguistas que sufrimos hoy y que solo se preocupan por garantizar la ganancia de las grandes multinacionales.
Solo siguiendo el ejemplo de los aborígenes de Perú y organizando una fuerte resistencia podremos derrotar los planes de entrega de nuestro futuro.