La Coalición Cívica, el PRO y todos los burgueses piden a los gritos

Los radicales sueñan con volver a ser un gran partido, La Coalición Cívica sueña con que Carrió siga teniendo diálogo fluido con dios y los oriente; el peronismo disidente sueñan que Perón los ilumine para exterminar a los KK y luego poder matarse cómodamente entre ellos. Todos creen que el parlamento es el refugio seguro desde el cual decidir que deben y no deben hacer los debilucho KK. Algunos tienen pesadillas presidenciales para el 2011, otros divagan sobre una “república de iguales” (¿?) Todos han sido o pésimos gobernadores, ex presidentes como Menem y Rodríguez Saa, todo lo viejo e impresentable a quien en el 2002 le gritaron durante meses “Que se vayan” siguen ahí. ¿Se acuerdan de Ruckauf? El también conserva su butaca parlamentaria.



Todos, absolutamente todos, coinciden que el matrimonio Kirchner tiene que permanecer en el gobierno hasta el 2011. Enyesado, con muletas, con tanque de oxígeno, desgobernando como hasta ahora, pero quedarse.

No por buenos quieren ayudar a los Kirchner, sino POR ESPANTO. Los viejos y nuevos parlamentarios burgueses saben los peligros que todos ellos corren si la presión social estalla y echan a patadas a los KK y su corte, lo han vivido todos hace menos de 10 años (cuando la furia popular terminó con el gobierno de De La Rua). Además, ahora todos “los opositores” están agrandados con sus triunfos electorales, que los dejarán mejor posicionados en el parlamento burgués, desde donde especulan sobre sus posibles de obtener nuevas porciones de poder.

Los trabajadores no pueden hacer la plancha hasta el 2011.
Los que no podemos vivir de especulaciones y roscas políticas somos los millones de hombres, mujeres y niños que no tenemos trabajo, o estamos en negro, o “tercerizados”,… los millones de trabajadores y sectores populares aplastados por salarios de hambre, tarifazos inmorales, amenazados por la desocupación. Los que sufrimos la miseria y la angustia de no saber si al día siguiente nuestras familias podrán comer, somos la inmensa mayoría del país. Y ninguno de nosotros figuramos en la agenda del cadavérico gobierno o de sus opositores. Los dirigentes sindicales con Moyano y la CGT a la cabeza son parte de los que quieren que los KK sigan, los que, ante la presión de los trabajadores, vociferan que los problemas hay que resolverlos en el Ministerio de Trabajo. Todos los burócratas saben que si las luchas obreras y populares que estallan se organizan, ellos están liquidados.

Por eso los trabajadores y sectores populares debemos organizarnos, coordinar nuestros reclamos, tomar contacto y coordinar acciones conjuntas con los trabajadores de otros gremios, estén en la provincia que estén.

Por mucho menos de lo que pasa hoy en día: salarios miserables, despidos, condiciones de trabajo, etc., etc., los trabajadores hemos sido protagonistas de paros nacionales que han torcido el brazo de los gobiernos de turno. Si hoy en día no hay una Huelga General en preparación, es porque los dirigentes sindicales, en sintonía con los nuevos representantes parlamentarios, no quieren hacer olas. Pero como la Huelga General es una necesidad de los que no podemos vivir más que de nuestro salario, la deberemos preparar desde abajo, tomando como ejemplo a aquellos sectores de trabajadores que son parte de conflictos importantes en la escena nacional, como lo son los trabajadores petroleros de Neuquén y Río Negro contra los despidos, o los de Santa Cruz por aumentos de salarios, o como los Petroquímicos de Bahía Blanca (70% de la producción nacional) en el mismo sentido.
Estos tres frentes de conflicto (y hay centenas en todo el país) serían suficientes para, desde allí, hacer un llamamiento a un Paro Activo Nacional, en el camino de la Huelga General.

Preparar la Huelga General contra el gobierno del hambre, la poderosa minoría que se apodera de todas las riquezas del país, con la complicidad de todos los políticos burgueses, a todos los niveles (los KK, Gobernadores, diputados, senadores, jueces y fiscales, intendentes y concejales, etc., etc., etc.); es una tarea a tomar en nuestras manos limpias, ya que las de la mayoría de nuestros dirigentes sindicales las tienen untadas. Comencemos ya a organizarnos, por fábrica, taller, oficina, escuela, a coordinar entre nosotros, a prepararnos juntos, para ponernos juntos de pie y terminar con la rapiña patronal-gubernamental.