PERU: Huelgas y movilizaciones

Posted by LA CHISPA on 13:22

Durante el mes de junio, el gobierno de Alan García, con armas de guerra, enfrento los arcos y flechas de los indígenas de la Amazonia. en la provincia de Bagua fueron masacrados decenas de indígenas, pero la resistencia ejemplar que durante 6 meses ofrecieron los indígenas ante los intentos del gobierno de desalojarlos de sus tierras para imponer los acuerdos firmados con los EEUU ( TLC) y entregarles el petróleo, el agua y las riquezas forestales de la región.

Fue tal la repercusión internacional de las masacres perpetradas, así como las movilizaciones, con paros en el mismo Perú contra la política de l Gobierno, que Alan García terminó dando marcha atrás, y derogó los decretos que pretendía imponer a sangre y fuego. Su primer ministro renunció a su cargo. Pero Alan García no obtuvo un respiro.

El 9 de julio, nuevos paros y marchas multitudinarias se produjeron en la capital, Lima. Las marchas fueron organizadas por la mayor central sindical de Perú, la CGTP. Los maestros y el transporte se sumaron al paro. También acompañaron las protestas organizaciones indígenas que bloquearon caminos en el sur del país.

Otra vez la intervención policial y militar fue la respuesta del gobierno. En Arequipa ( la segunda ciudad más importante del Perú), los estudiantes fueron los protagonistas centrales de las movilizaciones.

La miseria golpea a los trabajadores, sectores populares e indígenas, campesinos y jóvenes en general. El gobierno ha aceptado, oficialmente, que en los últimos 6 meses los despidos de trabajadores superan los 200.000. Un dato escalofriante: el salario mínimo está congelado en el Perú hace 9 años.

Alan García y su gobierno, entregado a los intereses económicos de una pequeña elite y en especial de los yanquis pretende que la gran mayoría de su pueblo viva en la pobreza más extrema. Pero la rueda de la historia se ha puesto en marcha en Perú, y los de abajo empiezan a ponerse de pie y a luchar contra el gobierno del hambre y de la entrega. La huelga de 60 días en la zona de la Amazonia ha sido la vanguardia en el rechazo a la política liberal de García para implementar el Tratado de Libre Comercio, y el detonante de la resistencia nacional que ahora enfrenta Alan García y su desprestigiado gobierno.