El Capitalismo es culpable de la Crisis Medioambiental

La Chispa, Boletín Internacional Nº 33

CIT en Argentina.

El sistema capitalista imperialista, con sus atroces métodos de obtener más y más ganancias ha llevado al planeta al borde del abismo. El cambio climático amenaza la sobrevivencia de la raza humana y la naturaleza animal y vegetal en general.

Sin olvidar las catástrofes que están ocasionando con la extracción de petróleo, las explotaciones mineras a cielo abierto en la Cordillera de los Andes, las fábricas de celulosa, las empresas termoeléctricas, el saqueo y la tala indiscriminada de los bosques, la contaminación de las aguas, el aire y los suelos con los desechos de su salvaje explotación, etc.etc.

Nuestros lectores posiblemente se pregunten qué tiene que ver la crisis económica mundial con la crisis Medioambiental. La respuesta es sencilla: ambas catástrofes son provocadas por el mismo asesino: la burguesía imperialista mundial.

Mientras escribimos estas líneas seguimos presenciando el desastre producido, el 20 de abril, por el petróleo que brota cada día de la plataforma de la British Petroleum, destruida y sin perspectivas inmediatas de parar su fuga; los efectos ambientales y económicos en la región serán graves y duraderos. Los campos de cultivo de camarón y los frágiles humedales costeros serán arruinados por años si una cantidad significativa de petróleo llega a tierra. En el estado de Louisiana (donde la segunda más grande flota pesquera de América está ubicada, con ventas anuales de US $ 1,8 mil millones), una de cada cinco personas de la población ya vive en la pobreza. Este número puede aumentar a medida que se desarrolla el desastre.

El Polo Petroquímico cada vez más grande, a pocos kilómetros de nuestra ciudad de Bahía Blanca, no solo contamina diariamente nuestro puerto, ciudad y alrededores, sino que es una verdadera bomba de tiempo que los sucesivos gobiernos de nuestro país nos obligan a soportar.

Hay que unir esfuerzos para enfrentar a los culpables Los pescadores de Ingeniero White enfrentaron al poder económico concentrado en el Puerto de Bahía Blanca, lo mismo que los ambientalistas de Gualeguaychú siguen enfrentando la contaminación de la Pastera Finlandesa radicada en Uruguay. En Perú, Bolivia, Chile y Argentina se han dado fuertes enfrentamientos entre pobladores y las grandes multinacionales mineras asesinas. Pero así no logramos terminar con el saqueo y sus consecuencias para nuestros pueblos. Los trabajadores y los pueblos en Europa están dando tenaz batalla a los planes imperialistas, pero necesitan un “comando unificado”, una dirección política y sindical que se ponga a la cabeza de las luchas, para potenciar sus efectos y para levantar, en forma unificada, el reclamo de terminar con los intereses de los monopolios, que significa, ni más ni menos que terminar con el capitalismo.

Para salvar el planeta y garantizar una vida mejor para los pueblos del mundo no hay otra salida que terminar con el asesino: el sistema capitalista responsable tanto de la miseria creciente que impone a las masas.