Europa: Brutales medidas de austeridad
El mayor plan de austeridad contra los trabajadores desde la segunda guerra mundial, para salvar al Euro y la estabilidad del sistema financiero.
Patricio Guzmán
Socialismo Revolucionario, CIT en Chile
Portugal es el tercer país débil de la Unión Europea que cede a las presiones de la Unión Europea, y el FMI, como condición para acceder a los préstamos del fondo de salvataje de 750 mil millones de Euros. En la misma línea de las políticas de ‘shock de austeridad’ introducidas en Grecia y España.
El gobierno de Portugal ha anunciado un paquete de medidas de austeridad, de acuerdo con los medios estas consistirían en reducciones de gastos y subidas de impuestos, que permitirían reducir el déficit en 2 mil millones de Euros:
Estas medidas incluyen el recorte de un 5% en los sueldos de políticos y ejecutivos de empresas públicas. (El gobierno reconoce que esto es ‘puramente simbólico’, pero que la adoptó porque era condición de la oposición del conservador PSD para apoyar con sus votos el plan. Reducir subvenciones a empresas públicas (270 millones de Euros). Bajar las transferencias a comunidades y Ayuntamientos (100 millones). Recortar los gastos en la Administración central, congelar contratos e inversión pública. El IVA aumenta un punto y se sitúa en el 21% para el tipo general y en el 13% y el 6% para los otros dos. El impuesto sobre el rendimiento del trabajo sube entre 1 y 1,5 puntos según los tramos. Impuesto adicional del 2,5% para las grandes empresas y la banca. Se introduce peaje en las autopistas gratuitas.
Estas medidas tienen un carácter deflacionario y recesivo. Por una parte los capitalistas pueden congratularse que desactivaran una situación explosiva de posible cese de pagos, que empezando por Grecia podría haberse extendido a otros países europeos y dañar en los países no directamente afectados a los bancos prestamistas, con consecuencia imprevisibles. Pero por otro lado, las medidas adoptadas desestimularan brutalmente la demanda interna, que ya está afectada por las grandes cifras de desempleo, reduciendo el dinamismo de la economía.
La respuesta al plan de rescate europeo ha sido la caída de las bolsas.
Los inversionistas han respondido inicialmente a los anuncios de los planes de rescate con un rebote de recuperación de los precios en las principales bolsas, que habían caído estrepitosamente antes, pero solamente para volver a caer el día siguiente, y ahora tras los anuncios de España y Portugal nuevamente estamos viendo la caída generalizada de las bolsas en las principales plazas.
Los problemas del Euro no han terminado.
El plan de rescate no ha evitado que continúe la caída del Euro. Algunos piensan que las medidas de austeridad y planes de rescate financiero, simplemente no serán suficientes y que Grecia no podrá pagar completamente su deuda.
Es el caso del presidente del Deutsche Bank, Josef Ackermann, En una entrevista con la cadena alemana ZDF, el banquero señaló que no cree que Grecia sea capaz de pagar toda su deuda a pesar del plan de rescate acordado con la UE y el FMI, que incluyen un prestamos de 120 mil millones de Euros, y las medidas de austeridad, no vistas en Europa Occidental desde la Segunda Guerra Mundial. Reducción de salarios entre un 15% - 20% en el sector privado, 20% - 30% en el sector público, alza de los impuestos de consumo, del 19% al 23% en el caso del IVA, alargamiento de la edad de jubilación, entre otras medidas.
Una de las consecuencias de los planes de austeridad será el relanzamiento de la recesión.
Las impopulares medidas exigidas por la UE y el FMI al gobierno griego, fueron adoptadas por el parlamento griego el viernes pasado, pretenden reducir el deficit fiscal que ahora es de 12.7% a un 8.7% de producto interior bruto, en el curso de este año. Se calculó el valor de paquete de austeridad permitiría mejorar la posición de la tesorería del estado helénico en 6,5 mil millones de Euros, y sigue a un plan de austeridad previo en enero por 6.8 mil millones de Euros,
Además Josef Ackermann estima que Grecia no se recuperará completamente de la recesión inducida a su economía.
Finalmente están los que se preocupan de las consecuencias sobre las finanzas de los prestamistas del plan de rescate de 750 mil millones de Euros, puesto que hay que recordar que en buena medida, las razones inmediatas, de la crisis financiera de los países más débiles de Europa Occidental, se debe a los billonarios paquetes de rescate estatales de bancos y multinacionales, y de inyección de recursos públicos para estimular la demanda. La conversión de deuda privada en deuda pública explica el crecimiento multiplicado del déficit fiscal y la deuda pública.
En estos casos el Euro no podrá sobrevivir como moneda única de Europa. Los países más débiles están pagando las consecuencia de estar atados a la moneda única, con naciones de productividad mucho mayor. Si en época de bonanza el Euro ofrecía estabilidad monetaria, y facilitaba los intercambios comerciales, ahora en una época recesiva agrava los problemas de los países relativamente más atrasados. Ya hay voces que reclaman la salida de la moneda única.
Las autoridades europeas sostenían que las sucesivas rebajas de la calificación de Grecia, España, y Portugal entre otros por las grandes empresas calificadoras de riesgo (S&P, Moodys, Fitch) desencadenaron las presiones de los especuladores contra el Euro, y la subida de los tipos de interés para la deuda de las naciones afectadas, o el cierre de sus posibilidades de obtener nueva deuda. Ahora las calificadoras de riesgo también están en el centro del huracán, y se anuncian regulaciones para el funcionamiento de esta actividad, que ‘evite el conflicto de intereses’. En Europa acusan a estas agencias, todas basadas en EE.UU. de provocar los ataques contra el Euro, para que los inversionistas dirijan sus capitales a Estados Unidos, que es hoy día el mayor deudor del mundo, y exigen que los mismos criterios de clasificación de riesgo se apliquen a Norteamérica, lo que significaría rebajar su clasificación, que ahora es la mejor.
“Que nosotros seamos su problema”.
Por su parte los trabajadores a los que se ha repetido machaconamente que lo peor ya pasó, y que la recuperación está en curso, desde que comenzó la crisis, ven ahora, con indignación, que se les está pasando la cuenta de situaciones que no decidieron ni disfrutaron ellos.
Los sindicatos portugueses anuncian movilizaciones contra el paquete de austeridad del Gobierno. En España, UGT y CCOO, los más grandes sindicatos españoles, han llamado a una huelga del sector público para el 2 de junio, y aumentan las voces por la convocatoria de una huelga general. Los trabajadores griegos han realizado varias movilizaciones y huelgas, el pasado 11 de mayo declararon la huelga general y salieron a las calles. Los medios de comunicación informaron que en Atenas marcharon 2 millones y medio de manifestantes. Un sindicalista citado en los medios declaró: “Tenemos que hacer que Nosotros seamos su problema”.
Nueve diputados del Parlamento Europeo han difundido un llamado para una semana coordinada de protestas entre el 21 y 26 de junio en toda Europa.
El gobierno de Portugal ha anunciado un paquete de medidas de austeridad, de acuerdo con los medios estas consistirían en reducciones de gastos y subidas de impuestos, que permitirían reducir el déficit en 2 mil millones de Euros:
Estas medidas incluyen el recorte de un 5% en los sueldos de políticos y ejecutivos de empresas públicas. (El gobierno reconoce que esto es ‘puramente simbólico’, pero que la adoptó porque era condición de la oposición del conservador PSD para apoyar con sus votos el plan. Reducir subvenciones a empresas públicas (270 millones de Euros). Bajar las transferencias a comunidades y Ayuntamientos (100 millones). Recortar los gastos en la Administración central, congelar contratos e inversión pública. El IVA aumenta un punto y se sitúa en el 21% para el tipo general y en el 13% y el 6% para los otros dos. El impuesto sobre el rendimiento del trabajo sube entre 1 y 1,5 puntos según los tramos. Impuesto adicional del 2,5% para las grandes empresas y la banca. Se introduce peaje en las autopistas gratuitas.
Estas medidas tienen un carácter deflacionario y recesivo. Por una parte los capitalistas pueden congratularse que desactivaran una situación explosiva de posible cese de pagos, que empezando por Grecia podría haberse extendido a otros países europeos y dañar en los países no directamente afectados a los bancos prestamistas, con consecuencia imprevisibles. Pero por otro lado, las medidas adoptadas desestimularan brutalmente la demanda interna, que ya está afectada por las grandes cifras de desempleo, reduciendo el dinamismo de la economía.
La respuesta al plan de rescate europeo ha sido la caída de las bolsas.
Los inversionistas han respondido inicialmente a los anuncios de los planes de rescate con un rebote de recuperación de los precios en las principales bolsas, que habían caído estrepitosamente antes, pero solamente para volver a caer el día siguiente, y ahora tras los anuncios de España y Portugal nuevamente estamos viendo la caída generalizada de las bolsas en las principales plazas.
Los problemas del Euro no han terminado.
El plan de rescate no ha evitado que continúe la caída del Euro. Algunos piensan que las medidas de austeridad y planes de rescate financiero, simplemente no serán suficientes y que Grecia no podrá pagar completamente su deuda.
Es el caso del presidente del Deutsche Bank, Josef Ackermann, En una entrevista con la cadena alemana ZDF, el banquero señaló que no cree que Grecia sea capaz de pagar toda su deuda a pesar del plan de rescate acordado con la UE y el FMI, que incluyen un prestamos de 120 mil millones de Euros, y las medidas de austeridad, no vistas en Europa Occidental desde la Segunda Guerra Mundial. Reducción de salarios entre un 15% - 20% en el sector privado, 20% - 30% en el sector público, alza de los impuestos de consumo, del 19% al 23% en el caso del IVA, alargamiento de la edad de jubilación, entre otras medidas.
Una de las consecuencias de los planes de austeridad será el relanzamiento de la recesión.
Las impopulares medidas exigidas por la UE y el FMI al gobierno griego, fueron adoptadas por el parlamento griego el viernes pasado, pretenden reducir el deficit fiscal que ahora es de 12.7% a un 8.7% de producto interior bruto, en el curso de este año. Se calculó el valor de paquete de austeridad permitiría mejorar la posición de la tesorería del estado helénico en 6,5 mil millones de Euros, y sigue a un plan de austeridad previo en enero por 6.8 mil millones de Euros,
Además Josef Ackermann estima que Grecia no se recuperará completamente de la recesión inducida a su economía.
Finalmente están los que se preocupan de las consecuencias sobre las finanzas de los prestamistas del plan de rescate de 750 mil millones de Euros, puesto que hay que recordar que en buena medida, las razones inmediatas, de la crisis financiera de los países más débiles de Europa Occidental, se debe a los billonarios paquetes de rescate estatales de bancos y multinacionales, y de inyección de recursos públicos para estimular la demanda. La conversión de deuda privada en deuda pública explica el crecimiento multiplicado del déficit fiscal y la deuda pública.
En estos casos el Euro no podrá sobrevivir como moneda única de Europa. Los países más débiles están pagando las consecuencia de estar atados a la moneda única, con naciones de productividad mucho mayor. Si en época de bonanza el Euro ofrecía estabilidad monetaria, y facilitaba los intercambios comerciales, ahora en una época recesiva agrava los problemas de los países relativamente más atrasados. Ya hay voces que reclaman la salida de la moneda única.
Las autoridades europeas sostenían que las sucesivas rebajas de la calificación de Grecia, España, y Portugal entre otros por las grandes empresas calificadoras de riesgo (S&P, Moodys, Fitch) desencadenaron las presiones de los especuladores contra el Euro, y la subida de los tipos de interés para la deuda de las naciones afectadas, o el cierre de sus posibilidades de obtener nueva deuda. Ahora las calificadoras de riesgo también están en el centro del huracán, y se anuncian regulaciones para el funcionamiento de esta actividad, que ‘evite el conflicto de intereses’. En Europa acusan a estas agencias, todas basadas en EE.UU. de provocar los ataques contra el Euro, para que los inversionistas dirijan sus capitales a Estados Unidos, que es hoy día el mayor deudor del mundo, y exigen que los mismos criterios de clasificación de riesgo se apliquen a Norteamérica, lo que significaría rebajar su clasificación, que ahora es la mejor.
“Que nosotros seamos su problema”.
Por su parte los trabajadores a los que se ha repetido machaconamente que lo peor ya pasó, y que la recuperación está en curso, desde que comenzó la crisis, ven ahora, con indignación, que se les está pasando la cuenta de situaciones que no decidieron ni disfrutaron ellos.
Los sindicatos portugueses anuncian movilizaciones contra el paquete de austeridad del Gobierno. En España, UGT y CCOO, los más grandes sindicatos españoles, han llamado a una huelga del sector público para el 2 de junio, y aumentan las voces por la convocatoria de una huelga general. Los trabajadores griegos han realizado varias movilizaciones y huelgas, el pasado 11 de mayo declararon la huelga general y salieron a las calles. Los medios de comunicación informaron que en Atenas marcharon 2 millones y medio de manifestantes. Un sindicalista citado en los medios declaró: “Tenemos que hacer que Nosotros seamos su problema”.
Nueve diputados del Parlamento Europeo han difundido un llamado para una semana coordinada de protestas entre el 21 y 26 de junio en toda Europa.
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