RESPONDAMOS A LA FARSA ELECTORAL VOTANDO EN BLANCO

¿Cuánto gana un diputado o senador, nacional o provincial? Sueldo en
blanco, pasajes en avión, “adicionales”, “gastos de representación”,
empleados a su servicio pagados por el estado, celulares…. etc. ¿Cuántos
días por mes dedican a su “trabajo”? ¿Qué leyes votaron estos privilegiados
representantes del pueblo?, ¿A cuántos de sus parientes han acomodado?
¿Cómo son sus viviendas? ¿Tendrán luz, cloacas, gas, agua potable?
¿Viajan en ómnibus o en costosos automóviles?
Si hacemos estas mismas preguntas a nuestros compañeros de trabajo,
vecinos, parientes y conocidos, veremos la abismal diferencia que nos
separa de los señores y señoras legisladores. “Dime como vives y te diré
como piensas”. Todos viven a costa nuestra, por lo tanto es absurdo pedirles
que piensen en nosotros, en nuestro bienestar, que tengamos salarios
dignos, cloacas, agua potable, casas confortables, escuela de calidad para
nuestros hijos. ¡¡¡Son parásitos que viven a costa nuestra!!!
Esta parodia de democracia (especialmente diseñada por los ricos para ser
cada vez más ricos) cada dos años sale furiosamente a pedir nuestros votos,
NO NUESTRAS OPINIONES Y NECESIDADES, sólo nuestro voto.
Después, todos ellos, como siempre, harán sus trenzas y votarán lo que más
les convenga a ellos. Y nosotros dejamos de existir, sin más voz ni votos
propios.
Todos apelan a nuestro corazón para “defender la democracia”, para
“cuidarla y mejorarla”. Los trabajadores hemos enfrentado a todas las
dictaduras, de las que fuimos sus principales víctimas. Más del 50% de los
desparecidos fueron trabajadores. Pero esta “democracia para ricos” hace
25 años viene garantizando el saqueo del país, ha hundido en la miseria a la
inmensa mayoría de nuestro pueblo. Sus decretos y sus leyes están siempre
al servicio de los patrones, nacionales e internacionales. Al país real le
queda el dengue, la miseria, la falta de futuro para nuestros hijos. Esta
“democracia” es una farsa que no nos tiene en cuenta. Por eso nosotros
peleamos por una verdadera democracia, la democracia obrera, donde la
inmensa mayoría de los que producimos la riqueza tengamos el poder para
decidir el reparto de la misma.
Los trabajadores no tenemos un partido que nos represente
El gobierno, la oposición en todas sus variantes y hasta los partidos de
izquierda que se proclaman del “movimiento obrero”, arman sus listas en
función de sus conveniencias. Así aparecen impresentablemente
reciclados, economistas, abogados, banqueros, y todo tipo de
“opinadores”. LO UNICO QUE NO HAY SON CANDIDATOS DE LOS
TRABAJADORES, QUE HAYAN SIDO ELEGIDOS EN SUS
FABRICAS Y LUGARES DE TRABAJO MEDIANTE ASAMBLEAS,
QUE TAMBIEN VOTEN EL PROGRAMA DE RECLAMOS
OBREROS.
La lacra burocrática, por boca de Moyano ha dicho: “hoy la lucha es a
través del voto”. Hace 20 años el viejo MAS (Movimiento al Socialismo)
no solo peleó por unificar a los trabajadores y la izquierda, sino que lo hizo,
ofreciendo sus listas para que los trabajadores eligieran en sus asambleas
de fábrica, taller u oficina, a sus mejores compañeros para integrarlas. Lo
mismo hizo con el programa a defender en el parlamento, con el apoyo de la
movilización de los trabajadores como respaldo.
Esta claro que los trabajadores tenemos que volver a organizarnos en
un partido propio, que pelee por nuestros intereses. Para que no nos
vuelvan más con el viejo verso “dejá, yo me encargo, si vos no sabés nada
de política”.
Los trabajadores y sectores populares somos la inmensa mayoría del país;
si no tenemos un parlamento democrático con verdaderos representantes
nuestros, en el que decidimos nuestros reclamos, entonces ese parlamento
es una farsa. Hoy, a menos de un mes de las elecciones del 28 de junio, todo
el circo montado no tiene la menor intención de defender nuestros
derechos, ni resolver nuestras urgentes necesidades.
El parlamento servil a cada gobierno de turno, ha “votado” la entrega de las
riquezas nacionales a las multinacionales imperialistas: petróleo, trenes,
teléfonos, gas, luz, bosques y riquezas mineras. Las ha “nacionalizado”
cuando ya no les daban ganancia a los empresarios, como pasó con el agua
en la provincia de Buenos Aires, con Aerolíneas Argentinas, con el Correo
de Macri…. Las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas…
Esta banda de parásitos que negocian todo, que votan según sus
conveniencias, NO NOS REPRESENTA A LOS TRABAJADORES Y AL
PUEBLO.
Por eso, EL 28 DE JUNIO VOTEMOS EN BLANCO, Y de inmediato
tendremos que redoblar nuestros esfuerzos y organizarnos para parar los
despidos y suspensiones, los impuestazos, el saqueo a los dineros de los
jubilados, etc., que este gobierno y sus secuaces, que ahora piden nuestros
votos a cambio de promesas que nunca cumplirán, descargarán sobre los
trabajadores y sus familias.